Paisaje, flora y fauna Valderejo - valderejoparkea

El río Purón ha labrado el paisaje de Valderejo, erosionando durante miles de años sus montañas. Entre Ribera y Herrán la dureza de la roca hace que el río se encajone en un estrecho desfiladero, formando bellas cascadas. En el valle, los seres humanos, tras años de uso agrícola y ganadero han configurado un paisaje de prados, cultivos y pueblos. El bosque galería, que se instala en las orillas de los cauces fluviales que atraviesan este espacio natural, pone una nota de color en este ambiente rural. En las altiplanicies, los brezales y pastos se entremezclan con dolinas y hayas dispersas. Verticales paredes rocosas y frondosos bosques, tanto siempre verdes –pinares y encinares– como caducifolios–hayedos– completan el paisaje natural de este Parque.

Debido a la gran variedad de ambientes que existen en Valderejo, y a su buen estado de conservación, es posible encontrar un alto número de animales. Destacan, sin lugar a dudas, las rapaces, como el buitre leonado, el alimoche, el halcón peregrino y el cernícalo. Otras aves características de cotas altas con menor representación son la chova piquigualda, el roquero rojo y el acentor alpino. Sus bosques cobijan a una rica fauna: corzo, jabalí, salamandra, azor, halcón abejero, trepador azul, gato montés, lirón careto... En los hábitats acuáticos –ríos y charcas–, además de peces como la trucha común y el piscardo, existen otras especies que mantienen una gran dependencia con el agua: culebra de agua, sapillo pintojo, mirlo acuático, lavandera cascadeña...

Muchos son los árboles y arbustos que pueden verse en Valderejo: arces, tilos, chopos, fresnos, enebros, serbales, espinos, endrinos, sabinas negras...Hayas, pinos silvestres y encinas forman extensos bosques. Otros, como el quejigo o el marojo, antaño más abundantes, quedan hoy relegados a pequeños rodales. En sus roquedos crece una flora muy singular, que es capaz de vivir sobre las rocas desnudas. Aislados ejemplares del conocido tejo arraigan en algunas grietas, acompañados por otras especies vegetales más pequeñas, como los culantrillos, o más raras y peculiares como el aster alpino o la Genista eliassennenii, una pequeña aulaga de porte rastrero. En sus brezales y pastos crecen múltiples flores, destacando una gran variedad de bellas orquídeas.

BOSQUES

Buena parte de la superficie de este espacio natural está cubierta por densos bosques. Aproximadamente la mitad son pinares de pino silvestre, especie favorecida por los habitantes de este pequeño valle para la obtención de madera. Estas coníferas comparten protagonismo con las encinas, que cubren las solanas de estos montes, y con las hayas, que tiñen de ocres algunas zonas durante el otoño.

BUITRE LEONADO

La especie animal más fácil de observar en Valderejo es, sin lugar a dudas, el buitre leonado (Gyps fulvus). Sólo hay que mirar al cielo y es muy probable distinguir su peculiar silueta, ya que planea muchas horas del día en busca de carroña. En los cortados calizos de este espacio natural –Vallegrull, Sierra de Bóveda y Santa Ana– se encuentra la colonia de cría más importante de la Comunidad Autónoma del País Vasco.

ORQUÍDEAS

Las orquídeas se encuentran entre las flores más bellas del mundo. El aspecto más destacado de su biología es la polinización. Varias especies tienen un pétalo –labelo–que ha adquirido un parecido asombroso con las hembras de algunos insectos. Así, atraen a los machos y pueden ser polinizadas. En Valderejo se han citado más de 40 especies, siendo uno de los puntos del País Vasco con mayor diversidad de estas singulares flores.

DESFILADERO DEL RÍO PURÓN

El río Purón –principal cauce fluvial de Valderejo–nace en las estribaciones de la sierra de Bóveda, y atraviesa dos desfiladeros antes de llegar a tierras de Burgos. El primero se encuentra aguas debajo de Villamardones, estando el otro al sur de Ribera. En este último, el río se ha abierto camino entre las montañas de Santa Ana y Vallegrull, dando lugar a uno de los más bellos parajes de este espacio natural.

CORZOS

El corzo (Capreolus capreolus) es uno de los animales de mayor tamaño que viven en los bosques de Valderejo. Este pequeño cérvido, tiene hábitos crepusculares y nocturnos por lo que no es muy fácil verlo, aunque si pueden verse sus huellas y, durante la época de celo, no es raro oír sus peculiares “ladridos”. Es capaz de habitaren las zonas más cerradas del bosque, pero suele salir a comer a matorrales y pastos.